Los drones, o vehículos aéreos no tripulados (UAV), equipados con cámaras y otros sensores, pueden cubrir grandes extensiones rápidamente, recopilando datos que serían difíciles o llevarían mucho tiempo obtener desde el suelo. Las imágenes aéreas se pueden usar para evaluar la salud de las plantas, monitorear el desarrollo de los cultivos e incluso detectar plagas y enfermedades de forma temprana. Las imágenes y los datos recopilados ayudan a los agricultores a abordar rápidamente problemas.